Cuando se dice que una persona tiene hipertensión crónica (o presión arterial alta), quiere decirse que su presión arterial media es mayor que el límite superior del intervalo de las mediciones aceptadas como normales. Una presión arterial media mayor de 110 mmHg (la normal es de 90 mmHg) se considera hipertensión. (Este nivel de presión arterial alta media aparece cuando la presión arterial diastólica es mayor de 90 mmHg y la presión sistólica es mayor de 135 mmHg). En la hipertensión importante, la presión arterial media aumenta hasta 150-170, con una presión diastólica hasta de 130 mmHg y una sistólica que en ocasiones puede llegar a 125mmHg.
Guyton y Hall. (2011). Función dominante de los riñones en
el control a largo plazo de la presión arterial y en la hipertensión. En Tratado
de Fisiología médica (Décimosegunda ed.). Barcelona-España: Elsevier
Saunders.

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